Fonofobia: causas y tratamiento

La fonofobia causa un miedo insensato a los sonidos fuertes. Si bien comparte características con otros trastornos, no debe confundirse con la hiperacusia, condición vinculada con el daño de los nervios auditivos. Ya que la fonofobia se relaciona con el ámbito psicológico y no directamente con un problema auditivo.

Este trastorno provoca estragos en la calidad de vida de quienes lo padecen, porque experimentan episodios de ataques de pánico, sudoración excesiva, náuseas, entre otros. No obstante, existen métodos que ayudan a amenizar los signos de este trastorno. Por ello es importante un diagnóstico profesional realizado a tiempo.

¿Qué provoca la fonofobia?

Ya que la fonofobia es un trastorno relacionado con la psique, es complicado conocer una causa específica de este padecimiento. Sin embargo, como otros tipos de trastornos, se piensa que está relacionado con experiencias negativas del paciente o es consecuencia de otro padecimiento.

De tal manera, una causa probable es que el paciente haya establecido una relación entre un trauma y un sonido. Por lo cual, cuando escucha un determinado sonido, su mente revive el trauma, generando una sensación de pánico y estrés.

Por otra parte, si una persona sufre de hipersensibilidad auditiva, puede desarrollar fonofobia al encontrarse en un ambiente hostil. Ya que sonidos como el estallido de un globo o una tiza rayando la pizarra pueden provocar ansiedad en una persona que tiene dicha condición.

Si bien estas causas están sustentadas por diversos estudios, no se ha establecido una razón en especial que provoque la fonofobia. Pues, como se ha mencionado en un inicio, al ser un padecimiento relacionado con el campo psicológico, aún no es posible determinar una causa específica. Incluso hay pacientes que, sin antecedentes traumáticos, presentan fonofobia.

 Síntomas de una persona con fonofobia

Existen diversos trastornos auditivos, por lo cual es importante asistir con el especialista para obtener un diagnóstico adecuado. Sin embargo, conocer los síntomas de esta condición puede ayudarte a entender mejor esta condición, especialmente si tú o alguien cercano sufre de esto.

Las molestias que se presentan durante un ataque de fonofobia van de leves, como sudoración excesiva, hasta graves con repercusiones físicas severas, por ejemplo, taquicardia.

• Sensación de terror ante los ruidos fuertes. Al igual que todas las fobias, los pacientes sienten un miedo irracional en este caso a los ruidos fuertes, como fuegos artificiales o herramientas eléctricas.
• Sentimiento de huir. Es frecuente que las personas que sufren este tipo de trastornos psicológicos quieran huir de la situación que los estresa. En este caso, la prolongación de un ruido fuerte puede generar en las personas ganas de huir.
• Ataques de pánico/ansiedad. La persona con fonofobia puede sentirse en peligro aun en una situación que parezca normal para cualquier otra persona. Esto debido al ruido del entorno.
• Las náuseas y mareos se pueden presentar de manera ligera o grave. Por lo que es recomendable ir a un sitio seguro cuando estos síntomas comienzan a aparecer.
• Cambios repentinos de humor. La fonofobia puede provocar que una persona pase de sentirse angustiada a irritable, sin un motivo aparte. Incluso puede parecer molesta con quienes le rodean.

¿Cómo curar la fonofobia?

Si buscas cómo curar la fonofobia, puede que la respuesta te decepcioné, ya que no hay una cura para este problema. Pero, como cualquier otro trastorno de índole psicológico, es posible controlarlo mediante diversas terapias, además de la asistencia constante con un psicólogo.

Entre las terapias que han resultado más efectivas para los pacientes con fonofobia, se encuentran:

• Exposición al ruido. Esta terapia consiste en exponer al paciente a distintos sonidos, regulando el volumen y el tiempo de exposición. Aunque puede parecer aterrador para el paciente, este tipo de terapia tiene buenos resultados porque el paciente entiende que el sonido no representa ningún peligro. Además, se realiza de manera grupal.
• TCC (cognitivo-conductual). Esta terapia busca que el paciente transforme sus pensamientos negativos en positivos, mediante herramientas que, a su vez, lo ayuden a tratar la ansiedad. Durante esta terapia, el paciente tendrá que contarle a su terapeuta acerca de sus pensamientos irracionales. Mientras que este se encargará de reformular preguntas estratégicas.
• Métodos de relajación. Controlar la respiración resulta muy efectivo para contener los ataques de pánico en el momento en que ocurren. También la PMR (relajación muscular progresiva) puede ayudar a amenizar la sensación de angustia.

Cualquier método de relajación puede ayudar a controlar las emociones negativas. Además, pueden llevarse a cabo acompañados de otras terapias, como las que ya se han mencionado anteriormente.

Los problemas auditivos pueden generar inconvenientes en nuestra vida diaria. Si bien la fonofobia está encasillada dentro de los problemas psicológicos, no por ello es menos importante. Debe considerarse como un padecimiento que requiere atenderse y es necesario divulgar la información que existe con el fin de propiciar una salud integral.