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Si alguna vez has sufrido de vértigo, entonces has experimentado un mareo por otolitos. Aunque no lo creas, el 80% de la población mundial sufre o ha sufrido este tipo de mareos al menos 1 vez en su vida.
Los vértigos son la tercera causa de consulta en los centros de atención primaria y por lo general no representan un riesgo para la salud. Sin embargo, en caso de que los episodios se repitan con frecuencia es recomendable que asistas a un especialista para descartar cualquier complicación.
El oído interno es el responsable de mantener nuestro equilibrio por lo que cualquier cambio afectará también nuestro balance. A continuación, hablaremos acerca de una de las principales causas del vértigo y de cómo podemos evitar esa sensación tan molesta.
¿Qué son los otolitos?
Los otolitos, también llamados piedras del oído, son pequeñas estructuras en el oído interno que se utilizan para registrar la gravedad y la aceleración lineal. Estos cristales están formados por carbonato cálcico y descansan sobre los cilios verticales del sistema vestibular de nuestro oído interno.
Los órganos otolíticos detectan el movimiento según su orientación y son tan sensibles que el mínimo cambio en ellos produce desorientación o vértigo. Incluso el daño a los cristales o sus conexiones centrales puede afectar la estabilización ocular y corporal permanentemente.
¿Qué es el mareo por otolitos?
El mareo por otolitos ocurre cuando los cristales se mueven de una parte del oído interno a otra, interrumpiendo las señales al cerebro. Cuando esto sucede, la persona se desorienta y puede sentir que todo su entorno gira o que se está moviendo a su alrededor.
Aunque este tipo de vértigo puede presentarse a cualquier edad, por lo general lo sufren las personas mayores de 50 años. Si bien el vértigo en sí no es una afección mortal, las caídas por la pérdida de equilibrio si pueden causar lesiones severas.
Principales síntomas del mareo por otolitos
Existen diversos síntomas que pueden manifestarse al sufrir un mareo por otolitos, siendo los más comunes:
- Pérdida del equilibrio
- Náuseas o vómitos
- Problemas de la vista
- Movimientos oculares rápidos e involuntarios
- Sensación de que toda gira a nuestro alrededor
La intensidad de estos síntomas varía de una persona a otra al igual que su duración, que puede ser de unos minutos hasta varios días.
¿Cuáles son las causas del mareo por otolitos?
El mareo por otolitos se produce cuando los cristales de carbonato de calcio, que suelen estar en el laberinto membranoso, se desplazan hacia uno o más de los canales semicirculares.
Cuando se acumulan suficientes cristales de carbonato de calcio, interrumpen el movimiento del líquido a través de los canales semicirculares, alterando las señales que viajan al cerebro.
Esta información falsa no coincide con lo que percibe el otro oído, con lo que ven los ojos o con lo que hacen las articulaciones. Por esta razón el cerebro la percibe como una sensación de giro que, normalmente, dura menos de un minuto.
La mayoría de las veces el desplazamiento de los cristales se debe a algunos movimientos de la cabeza. Algunos de los movimientos que pueden causar el vértigo son:
- Girar la cabeza
- Colocar la cabeza de lado
- Revolcarse en la cama
- Inclinar la cabeza hacia adelante
- Inclinar la cabeza hacia atrás
La gran mayoría de los casos ocurren sin razón aparente, aunque se han hecho asociaciones con traumatismos, migraña, infecciones o enfermedades del oído interno.
¿Qué hacer en caso de sufrir un mareo por otolitos?
A diferencia de otras afecciones, el mareo por otolitos no necesita de medicación, se enfocan principalmente en mejorar la estabilidad visual para reducir el vértigo. Una de las terapias más utilizadas es la maniobra de Epley, una serie de movimientos que buscan desalojar los cristales de los canales semicirculares.
Para hacer la maniobra de Epley solo se deben seguir las siguientes indicaciones:
- Comience sentándose en el borde de una cama.
- Gire la cabeza 45 grados a la derecha.
- Acuéstese boca arriba, manteniendo la cabeza girada, luego manténgase así durante 30 segundos.
- Gire la cabeza para que mire 45 grados a la izquierda, luego sostenga durante 30 segundos.
- Gire el cuerpo hacia el lado izquierdo, luego manténgalo así durante 30 segundos.
- Siéntate en el lado izquierdo.
- Repita estos pasos en el otro lado, girando primero la cabeza hacia la izquierda.
Es muy importante acudir a consulta con un profesional, ya que este le enseñará la forma correcta de hacer los movimientos. Algunos estudios han demostrado que luego de realizar estos ejercicios los mareos se reducen hasta un 75%.
Por último, es recomendable que una vez hecha la maniobra se debe evitar movimientos bruscos que puedan enviar los cristales nuevamente a los canales semicirculares.
