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El uso de piercings por parte de los jóvenes como elemento estético se ha incrementado en los últimos años de forma insegura y descontrolada. El problema es cuando no se observan las mínimas normas de higiene en su uso, produciendo diversas afecciones entre ellas la pericondritis.
Qué es una pericondritis
La pericondritis tiene que ver con una infección del oído externo, específicamente del cartílago recubridor, que deja nuestra oreja inflamada. Sus causas son múltiples, siendo las más comunes lesiones y traumatismos, la picadura de insectos y la perforación por el uso de piercings.
Clínicamente es cuando hay una inflamación del lóbulo de la oreja, otras causas de pericondritis de oreja pueden estar en una otitis tratada deficientemente o en el uso de acupuntura. Las personas con trastornos inflamatorios están entre los grupos de más riesgo al igual que quienes padecen diabetes o tienen un sistema inmunitario débil.
Síntomas
La inflamación de la oreja produce síntomas muy desagradables como:
- pus
- fiebre
- oreja hinchada y roja
- dolor
Al presentarse la infección del cartílago de la oreja hay una especie de celulitis que se extiende velozmente hacia el pericondrio.
Tiene también un origen bacteriano y es ocasionado por la bacteria conocida como Pseudomonas aeruginosa. En los casos más severos puede convertirse en condritis, una infección que invade el cartílago dañando seriamente el oído.
Cuando se produce un abceso (presencia de pus) la irrigación de sangre al cartílago se corta, dañándolo y deformando la oreja. Esta deformación se asemeja a una coliflor, formando ampollas en las orejas que destruyen el oído y siguen afectando por mucho tiempo.
Tratamiento
Ante la sospecha de una pericondritis auricular se debe acudir al médico de inmediato para prescribir el tratamiento acorde al estadio de la infección. El tratamiento de pericondritis de oreja amerita una revisión física, en otros casos se hace un cultivo.
Si se trata a tiempo los antibióticos orales son la primera línea de batalla y se usarán dependiendo de la bacteria que la provoque. En caso de ser un cuerpo extraño el desencadenante y hay pus, se drena mediante una incisión.
Cuando la infección está más avanzada se emplean antibióticos intravenosos y podría recomendarse hospitalización. Si el cartílago se ve comprometido y se produce una condritis (daño al cartílago) este se deforma y sería necesaria la cirugía para recuperarlo.
Hacen falta, en todo caso, los corticosteroides para calmar el dolor. Lo ideal ante una oreja inflamada y roja es acudir de inmediato al especialista para evitar males mayores.
Prevención
Una decisión sensata es evitar a toda costa la perforación del oído con fines estéticos (piercings). Está demostrado que esta práctica, unida a la falta de higiene, es la causante de la pericondritis es la gran mayoría de los casos.
Alertemos a nuestros jóvenes sobre los inconvenientes de esta moda, lo doloroso que puede ser y las graves consecuencias si no se trata a tiempo. Por otro lado, evitar el uso de hisopos y otros objetos dentro de nuestros oídos, es otra sana medida.
