Conducto auditivo interno: Las señales nerviosas nacen aquí - Audioactive

Conocer la disposición espacial del conducto auditivo interno, las medidas, elementos y procesos que se llevan a cabo dentro del mismo, es de vital importancia para no sufrir lesiones auditivas. Aquí te damos detalles importantes sobre este aspecto para que comprendas mejor qué es y cómo funciona.

Definición de conducto auditivo interno

El conducto auditivo interno también se conoce como meatus acusticus internus. Se trata de un conducto óseo que se localiza en la base de la fosa craneal y llega hasta el peñasco del hueso temporal.

El meato auditivo interno, por su parte, tiene una longitud que puede variar de 6 a 10 mm, mientras que, su diámetro puede ser de 4 a 6 mm.

A través del canal auditivo interno transitan los siguientes nervios: facial, intermediario de Wrisberg, vestibular y auditivo; del mismo modo, pasan las arterias que limpian esta área.

Dónde se encuentra el conducto auditivo interno

Estamos hablando de una estructura cilíndrica, que se encuentra en el espesor del peñasco. Esta cuenta con un orificio (entrada) que se ubica en la cara exocraneal, es alargada y su borde es conocido como poro acústico interno.

El fondo del CAI se sitúa al mismo nivel que el vestíbulo, siendo separados por una barrera ósea. Se extiende desde el cajón del tímpano en el exterior del canal auditivo hasta el interior de este; por otra parte, el vestíbulo forma parte del laberinto óseo en donde también se incorporan los canales semicirculares.

Ahora bien, los canales semicirculares y el vestíbulo componen el órgano del equilibrio, también llamado aparato vestibular. En este sentido, el vestíbulo cubre dos componentes membranosos que son el utrículo y el sáculo, ambos contienen, en algún punto de sus paredes, un epitelio sensorial (mácula).

Función del conducto auditivo interno

Una vez que las vibraciones producidas en el oído medio llegan al oído interno, son transformadas en señales nerviosas. Luego, estas son enviadas al cerebro a través del canal auditivo interno, específicamente, del nervio coclear o auditivo.

Los canales semicirculares permiten conservar el equilibrio, estos contienen líquido y vellos microscópicos. Cuando se produce un movimiento en la cabeza, este líquido y sus vellos, también se desplazan.

Estos vellos envían señales al cerebro mediante el nervio vestibular, informando sobre la posición; el cerebro interpreta las señales, informa a los músculos del cuerpo y favorece el equilibrio.

Esta es la razón por la que, si das muchas vueltas y luego te detienes, aparece la sensación de mareo. Y es que el líquido que hay en los canales semicirculares continúan en movimiento, enviándole al cerebro información sobre la posición, aunque ya no lo hagas. Cuando el líquido se estabiliza, el mareo desaparece.

¿Cómo limpiar el conducto auditivo interno?

Para limpiar esta área de oído se debe usar una jeringa, en ella se dirige ligeramente un chorro de agua contra el conducto auditivo interno. Hecho esto, se debe inclinar la cabeza para drenar el agua.

Es importante aclarar que se debe tener precaución, puesto que al lesionar cualquier parte del oído, como los huesecillos, cóclea, canal auditivo interno… se puede producir la pérdida de audición y de equilibrio. Para revertir estas lesiones se recurre a terapia vestibular, audífonos o una reconstrucción quirúrgica.

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