El síndrome de Ramsay Hunt, también conocido como Herpes zóster ótico, es una infección producida por el virus Varicella zoster en un nervio facial. Esta infección puede manifestarse en forma de una erupción dolorosa en la oreja, la cara o la boca acompañada de dolores de oído muy intensos.
Aunque muy pocas veces esta patología se presenta en niños, el síndrome de Ramsay Hunt puede afectar a las personas de cualquier edad. El principal factor de riesgo es que la persona haya padecido de herpes zóster o varicela y que su sistema inmunológico se encuentre comprometido.
Actualmente, este síndrome es la segunda causa más común de parálisis facial después de la parálisis de Bell. Aunque solo afecta a 5 de cada 100.000 personas en el mundo, es una patología que puede traer muchas complicaciones.
¿Cuál es la causa del síndrome de Ramsay Hunt?
El síndrome de Ramsay Hunt se produce cuando el virus Varicella zoster afecta el nervio facial que afecta la cara, la lengua y el oído. Si una persona sufre de varicela, el virus puede mantenerse inactivo en el organismo durante mucho tiempo alojado principalmente en los nervios.
Al reactivarse, se produce una erupción sobre la cara muy dolorosa al tacto y en algunos casos incluso provoca parálisis facial. Actualmente, es muy raro encontrar a personas afectadas por esta enfermedad, pero la mayoría de los casos ocurren en pacientes de más de 60 años.
Principales síntomas del síndrome de Ramsay Hunt
Las personas que padecen el Herpes zoster ótico presentan una variedad de síntomas, principalmente relacionados con la cara y el oído interno. Aunque estos síntomas pueden variar de un caso a otro, las principales señales de que se trata de esta patología son:
- Rigidez en el lado de la cara comprometido
- Erupciones en el oído, desde el lóbulo de la oreja hasta el canal auditivo y, en algunos casos, en el tímpano.
- Dolores de oído muy intensos.
- Formación de ampollas en la parte externa del oído.
- Una erupción dolorosa con presencia de ampollas en la lengua y el paladar.
- Sensación de zumbido constante (Tinnitus).
- Aumento de la sensibilidad a los sonidos o pérdida auditiva (varía según el caso).
- Resequedad en la boca y en los ojos.
- Dificultad para cerrar el ojo del lado comprometido de la cara.
- Pérdida del sentido del gusto.
- Parálisis facial.
Además de estos síntomas, la persona también puede presentar vértigos, enrojecimiento de la piel, supuración, etc.
¿Cuáles son los principales factores de riesgo del síndrome de Ramsay Hunt?
Como dijimos anteriormente, esta patología puede afectar a personas de cualquier edad, pero existen varios factores que aumentan el riesgo de padecerla. Aunque es muy importante aclarar que el síndrome en sí no es contagioso, el virus que lo produce si lo es.
Por tanto, los principales factores de riesgo del síndrome de Ramsay Hunt son:
- No haberse vacunado nunca contra la varicela.
- Haber padecido varicela.
- Tener contacto directo con alguien que esté sufriendo de varicela.
- Personas mayores de 60 años, embarazadas o recién nacidos.
- Personas con su sistema inmunológico comprometido o bajo tratamientos inmunosupresores.
¿Cuál es el tratamiento utilizado en caso de padecer la enfermedad?
Por lo general, el tratamiento del Herpes zoster ótico está enfocado en eliminar la infección y controlar los dolores que produce. Mientras más rápido sea diagnosticada y tratada la patología, las oportunidades de una recuperación satisfactoria aumentan progresivamente.
Actualmente, se utiliza una combinación de antivirales, corticoides, analgésicos y, en algunos casos, tratamientos para la ansiedad que sirven para disminuir el vértigo. Estos tratamientos se complementan con una serie de cuidados como compresas frías, gotas oftálmicas, antiinflamatorios, etc.
¿Qué consecuencias puede tener el síndrome de Ramsay Hunt en las personas que lo padecen?
Aunque es posible que una persona que padezca esta enfermedad pueda terminar sin consecuencias graves, todo depende de cuán rápido fue tratado. Aquellas personas que tardan demasiado en comenzar con el tratamiento se ven expuestas a padecimientos como:
- Pérdida permanente de los movimientos faciales.
- Pérdida permanente de la audición en el lado comprometido.
- Problemas en la visión por daños en la córnea.
- Neuralgia posherpética (presencia de dolor constante aún después de erradicada la patología).
- Propagación del virus a la médula espinal y al cerebro causando otras complicaciones neurológicas.
Si, por el contrario, la persona fue diagnosticada y tratada a tiempo, los efectos permanentes pueden desaparecer o llegar a pasar desapercibidos. Sin embargo, algunos especialistas han llegado a la conclusión de que la recuperación total del paciente es algo muy poco probable.
