¿Hay que calibrar Los tensiómetros? - Audioactive

En la actualidad son muchas las personas que necesitan controlar su tensión arterial por diferentes motivos, es por esto que se hace necesario tener uno de estos dispositivos que contribuya a medir la misma, de manera relativamente continua. Tener tensiómetros en casa, ayudará a las personas a controlar la presión arterial con comodidad y facilidad, evitándose ir a clínicas y hospitales tan seguido solamente para medir estos valores.

El control de la tensión arterial es realmente importante para la prevención de enfermedades cardíacas. Por lo que se recomienda un control estricto de sus valores en todas las personas que hayan sufrido anginas de pecho, infartos de miocardio, infartos cerebrales, ataques isquémicos transitorios o que presenten una insuficiencia cardiaca o cualquier otra patología vascular. Además, es aconsejable una medición rutinaria en todas las personas sanas a partir de los 45-50 años, ya que la hipertensión arterial no produce ningún síntoma y por ello una persona puede tener unos valores demasiado elevados y desconocerlo, aumentando con ello el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

En todas las situaciones en las que se precisa conocer y controlar los valores de tensión arterial (como las que hemos visto anteriormente), es necesaria la supervisión de un médico que diagnostique la presencia de alguna enfermedad, que valore la necesidad de tratamiento y que indique qué niveles de tensión son adecuados para la persona. La forma ideal de control es disponer de un tensiómetro con el que se pueda medir la tensión en casa con comodidad. De esta manera conseguimos varios beneficios: se reducen las visitas al médico, se obtienen valores muchos más confiables de la presión, (porque se consiguen más mediciones y porque se elimina la conocida como «tensión de bata blanca»). Además, se detecta mucho más rápido cualquier posible variación con lo que se disminuye el tiempo de una tensión alta o baja descontrolada.

 

         

 

 

Tipos de tensiómetros en el mercado

Existen distintos modelos de tensiómetros que las personas pueden adquirir y manejar fácilmente, están los manuales o digitales que se colocan en el brazo, y están los de muñeca, que son fabricados recientemente y son digitales. Al decidir el modelo que mejor se adapta a lo que se esté buscando, es importante cerciorarse si el dispositivo es avalado clínicamente, si está garantizado por el fabricante y si la relación precio-calidad en realidad es favorable para el usuario.

Los tensiómetros ya sean manuales o digitales, deben ser siempre calibrados en determinado momento, porque de esta forma contará con un funcionamiento óptimo, será preciso y arrojará lecturas fiables y seguras de la presión arterial. Por lo tanto, la calibración significa controlar la precisión de las medidas arroja el tensiómetro con las medidas médicas ya estandarizadas.

Si se dispone de un tensiómetro analógico, también conocido como tensiómetro manual, tensiómetro aneroide, esfigmomanómetro o baumanómetro, se debe saber que es necesario calibrarlo cada 6 meses. Además, si se ha caído o se ha llevado algún golpe, se debe calibrar lo antes posible, si se detecta que las mediciones que se realizan son diferentes a las que nos dan otros tensiómetros, se debe considerar la opción de calibrarlo. 

Para ello, podemos pedir cita previa con el médico, y comentarle que se quiere calibrar un tensiómetro. Una vez en la consulta, se procede a realizar una medición con el tensiómetro en cuestión, y otra con el tensiómetro del médico, y anotar los resultados. Luego se recomienda esperar por lo menos 15 minutos para repetir el proceso. Una vez hecho esto, se comparan las dos mediciones realizadas para ver si la diferencia es importante. En caso de que la diferencia sea mínima, no hay de qué preocuparse, pero si es importante, se debe realizar una calibración lo antes posible. Así mismo, a simple vista se puede ver si el tensiómetro analógico necesita calibración, es decir, si se observa que la aguja del manómetro no está centrada en la posición del cero «0» (algunos modelos en lugar de un cero «0» tienen un recuadro o un círculo), se debe realizar una calibración.

Calibrar un tensiómetro manual o analógico es sencillo, por lo que puede ser realizado por el usuario.  En primer lugar, se necesita el tensiómetro, y una pequeña llave que debe estar incluida con el tensiómetro cuando se adquirió. En caso de que no incluyera la llave cuando se compró, se va a necesitar una herramienta tipo pinza, alicates o destornillador plano. Una vez tengamos el tensiómetro y las herramientas, se deben seguir lo siguientes pasos:

  • Se desconecta la manguera del manómetro.

  • Luego, se observa con atención la válvula que queda al descubierto después de desconectar la manguera. Esta válvula debe tener unas pequeñas ranuras, o dos zonas planas a su alrededor.

  • Ahora se procede a hacer la calibración: Si el tensiómetro incluyó una llave cuando se compró, se encaja la llave en las pequeñas ranuras y se gira levemente hasta ajustar la aguja del manómetro en el cero «0» (algunos modelos en lugar de un 0 tienen un recuadro o un círculo). En caso de que no se disponga de la llave, se puede utilizar un destornillador plano. Cuando se calibra con pinza, alicate o destornillador, se busca en la válvula dos zonas planas, o unas pequeñas ranuras, donde se colocan las pinzas o alicates y se gira la válvula levemente hasta ajustar la aguja del manómetro en el cero «0» (algunos modelos en lugar de un cero «0» tienen un recuadro o un círculo). Una vez hecho esto, el tensiómetro quedará correctamente calibrado.

 

              

En cuanto a los tensiómetros digitales, también deben ser calibrados por lo menos cada 6 meses, la forma más fácil es realizar una comprobación con el esfigmomanómetro digital (aparato clínico de alta precisión y tradicionalmente utilizados en hospitales para medir la presión arterial), lo cual se puede hacer notificando al médico y solicitando una cita especialmente dedicada a calibrar el tensiómetro en cuestión. Los tensiómetros digitales que se venden actualmente, son dispositivos de precisión generalmente certificados por la FDA u otra organización oficial. La calibración viene validada de fábrica y garantizan su fiabilidad durante al menos dos años con un uso normal. Los monitores de presión arterial son dispositivos electrónicos que incorporan piezas y membranas que se desgastan con el tiempo (aunque no se use).

La calibración en tensiómetros digitales, son delicadas y no se recomienda hacerlo en casa, ya que poseen sensores de precisión y un ajuste incorrecto puede invalidar las medidas con facilidad o dar problemas electrónicos. Si se observa que el aparato presenta mediciones erróneas y descontroladas se debe llevar al servicio técnico oficial de la marca u otro taller de electrónica autorizado. Es el lugar más indicado para no echar a perder la precisión del tensiómetro. Aquí utilizarán piezas de recambio originales y seguirán los parámetros correctos para tener el tensiómetro recalibrado y como nuevo hasta la próxima revisión. 

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