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Los tensiómetros son aparatos indispensables en casa al momento de querer saber nuestra presión arterial sin ir al médico. Son muchas las personas que sufren de hipertensión o hipotensión que tienen un tensiómetro doméstico.
El problema con herramientas médicas domésticas surge cuando no sabemos si están haciendo correctamente su trabajo. En el caso de un tensiómetro esto se da cuando está mal calibrado. Por lo que los resultados que este dé no serán de fiar.
Tensiómetro
El tensiómetro es el aparato que nos permite medir la tensión arterial de una persona. El mismo ejerce cierta presión sobre el brazo del paciente, la cual será la misma que ejerce la sangre sobre las arterias.
Este aparato es de suma importancia, debido a que podría salvarnos la vida, o bien hacernos mantener un estilo de vida sana y controlada. Para medir tu tensión deberás estar relajado y sin hablar, mientras te encuentras sentado sin cruzar las piernas. También tendrás que tener tu mano de forma abierta y relajada.
Para gustos, los colores; pero, cuando se trata de cuidar nuestra salud es preferible buscar la mejor calidad posible. Más si se trata de medir el funcionamiento del órgano más importante del cuerpo: el corazón. Por eso al medir tu presión arterial es bueno usar la mejor marca de tensiómetros posible.
Cómo saber si mi tensiómetro está calibrado
Pero, antes de ir corriendo en búsqueda de un sitio dónde calibrar un tensiómetro, es bueno probar con un pequeño truco si nuestro tensiómetro está bien calibrado. Esto se recomienda hacer unas dos veces por año.
Para comprobar si nuestro tensiómetro digital está correctamente calibrado debemos seguir los siguientes pasos:
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Medir cinco veces seguidas nuestra presión arterial con el tensiómetro.
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Guardar los cinco resultados obtenidos.
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Promediar estos resultados. Lo haremos de la siguiente forma: sumamos todos los valores (lec 1, lec 2, lec 3, lec 4 y lec 5) y el resultado lo dividimos entre 5.
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Posteriormente repetimos los 3 pasos anteriores, pero con un esfigmomanómetro de mercurio. Se verifica con este por su alta tasa de precisión. Se le puede pedir a un médico de confianza que haga este proceso.
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Comparamos los resultados obtenidos. Si el resultado final tiene una diferencia máxima de 5mmHg, entonces nuestro tensiómetro digital está calibrado correctamente.
Dónde calibro mi tensiómetro
Ahora, suponiendo que nos topemos con la sorpresa de que nuestro tensiómetro no está calibrado, lo mejor será llevarlo a servicio técnico.
Aquí es donde comprar un tensiómetro de calidad cobra más importancia aún. Generalmente las mejores marcas de tensiómetros cuentan con servicio técnico especializado que se encarga de dejar nuestro tensiómetro como nuevo.
En caso de que no haya ninguna sede oficial de la marca cerca de nosotros, podemos llevar nuestro tensiómetro con algún especialista propio en reparación de aparatos electrónicos de nuestra confianza.
¿Qué pasa si calibro yo mismo mi tensiómetro?
La respuesta en caso de que esto se te haya cruzado por la cabeza es un rotundo ¡no! El tensiómetro es una herramienta médica. Si bien es un aparato electrónico, no es como si se tratase de un microondas.
Dentro de este vienen conexiones y sensores de presión sumamente delicados. Si bien hay videos en YouTube sobre cómo calibrar un tensiómetro, te recomendamos encarecidamente que lo lleves a servicio técnico. Tu salud es más importante que ahorrarse una reparación.
¿Cuándo debo calibrar mi tensiómetro?
Hoy en día existen millones de modelos distintos de tensiómetros en el mercado. Pero, todos los que son de fiar deben estar respaldados por certificaciones de la FDA u otro ente pertinente en la materia.
Marcas como Omron (de las mejores y más confiables en tensiómetros) aseguran que sus productos están en regla en todo sentido. Por lo que garantizan una correcta calibración entre los primeros 2-5 años de uso.
A partir de este punto se recomienda calibrar su tensiómetro al menos una vez cada 2 años. Puesto que las piezas internas que este trae se desgastan, bien sea que lo usemos mucho o poco. En caso de que nuestro tensiómetro presente muchas fallas, suele ser más factible comprar uno nuevo.
Algunas consideraciones antes de hacerte con algún tensiómetro
Lo más importante es que esté certificado por alguna organización oficial de tu país o del mundo. También es importante que el aparato sea fácil de usar, sobre todo si es para alguien mayor. A su vez, recomendamos que sea lo más automático posible. También son más fiables aquellos en los que la tensión se toma en el brazo. Otro aspecto a considerar es que la pantalla sea grande y de fácil lectura, y también que la pantalla cuente con luz para poder verla en sitios oscuros. Si es una marca reconocida es mucho mejor, las cuales facilitan el proceso de conseguir repuestos.
El tamaño del brazalete debe ser ajustable, o bien que se pueda cambiar para aquellas personas de brazo grande. También es sumamente cómodo si el aparato nos permite guardar los registros de las mediciones en una memoria interna con fechas y horas, para evitar el uso de papel y lápiz. Si sigues un estricto plan de mediciones, procura hacerte con un aparato que cuente con alarmas programables. Sin duda si deseas transportar el aparato de un lugar a otro, lo mejor es que sea compacto y ligero. Asegúrate de que el tensiómetro es capaz de avisarte si lo has colocado bien, para asegurar una correcta medición, y si no es capaz de avisarte, debes estar atento de colocar el aparato de forma correcta.
Aquellos aparatos que nos faciliten la cantidad de pulsaciones pueden resultar sumamente útiles. A su vez, procura de hacerte con un tensiómetro que cuente con algún tipo de estuche, el cual lo proteja de cualquier tipo de caída.
Por último, un aspecto a tomar en cuenta al comprar un aparato que mida la tensión arterial, es que sea capaz de detectar latidos irregulares, los cuales son mejor conocidos como arritmias. Y en el mismo sentido, es sumamente primordial que en la pantalla del aparato se logre informar de forma fácil e intuitiva si los valores de la tensión arterial son normales, o por el contrario podrían significar un riesgo para la persona, para así poder actuar de forma rápida y efectiva.
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